SANTO DOMINGO. Las modalidades fraudulentas siguen ocasionando espantos.
En un hecho insólito, un hombre, señalado como propietario de dos cédulas de identidad y electoral, se hizo un implante en los diez dedos de las manos para cambiar sus huellas dactilares, con el propósito de regresar a los Estados Unidos, desde donde había sido deportado en 1999.
Modesto Antonio Martínez López fue arrestado mientras se proponía solicitar visa en el consulado estadounidense, al efectuarse un registro de personas. Le fueron ocupadas dos cédulas de identidad y electoral, las cuales están registradas en la Junta Central Electoral (JCE).
Además, se le ocupó un pasaporte con el nombre de José Ramón Marte Soto, identidad que suplantó para aparentar ser esa persona.
El encartado había intentado alterarse las huellas dactilares con una operación en las yemas de los diez dedos de las manos, para alterar su identidad y lograr el visado para viajar a los Estados Unidos, debido a que había sido deportado en el año 1999.
En una instancia dirigida a la jueza coordinadora de la Instrucción del Distrito Nacional, el fiscal adjunto, Dante Castillo Medina, solicita apertura a juicio en contra del imputado.
Expone que existe una comunicación emitida por la Junta Central Electoral, al fiscal adjunto que lleva la investigación de fecha 20 de julio del 2009, con relación a la duplicidad de registro del imputado ante el organismo electoral.
Solicita admitir todas las evidencias presentadas por el Ministerio Público y dictar apertura a juicio en contra del imputado.
En contra de Martínez López fueron dictadas medidas de coerción, consistente garantía económica, impedimento de salida y presentación periódica.
El fiscal adjunto Castillo Medina expone que el acusado falseó la información que le suministró, tanto a la JCE, como a la Dirección General de Pasaportes, donde hizo creer que el nombre, apellidos, firmas y contenidos en la cédula como del pasaporte, correspondían a su persona.
El Ministerio Público ha calificado la conducta de Martínez López, como duplicidad de registro ante la JCE, suplantación de identidad, falsificación en escritura auténtica y falsedad intelectual, previstas y sancionadas en los artículos 7 y 13 de la Ley 8-92 del 18 de marzo del 1992, así como el 147 del Código Penal Dominicano, en el grado de autor.
De Federico Méndez/diariolibre.com
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