miércoles, 10 de junio de 2009

Salud Pública, 70,000 pesos no es suficiente.


Hato Mayor.- Construido en el año 1992 y donde sólo quedan 25 envejecientes, el hogar de ancianos Romelia Salas de Barceló, está muy deteriorado, debido a las filtraciones en el techo y los agrietamientos que sufren las paredes, poniendo en peligro las vidas de sus inquilinos.

El centro de albergue adolece además de recursos económicos para solventar los gastos de alimentación y pago de personal, lo que obliga a la administración a acudir a la caridad pública a cada momento, para dar de comer a los ancianos.

Las camas donde duermen los viejitos presentan oxidación, lo que representa un peligro para la salud mientras que los agrietamientos en las paredes alcanzan hasta dos metros de longitud.

Sor Carmen Tiburcio, directora del hogar de ancianos Romelia Salas de Barceló, explicó que las filtraciones son más notorias en las habitaciones del albergue, y muchos de los ancianos hay que estar moviéndolos cuando llueve, “porque aquí escampa afuera y llueve adentro”.

Falta de apoyo
Dijo que las filtraciones abarcan todo el edificio desde la cocina, los baños, el comedor, enfermería hasta el área donde se aloja el personal que tiene que ver con el cuidado de los envejecientes. Denunció además que las mesas del comedor pueden desplomarse y caer de un momento a otro, debido a que sus patas están podridas por efecto de la acción del tiempo y la carcoma.

“Aquí, la situación es difícil no sólo para los ancianos, sino para el personal, porque la falta de recursos estrangula el hogar y las lluvias amenazan con derribarnos el edificio”, significó Sor Carmen, que apeló a las autoridades intervenir para evitar que sigan muriendo más ancianos en el hogar.

Se quejó que la población ayuda muy poco al centro albergue de envejecíentes y recordó que sólo el senador Rubén de la Cruz aporta unos 15,000 pesos mensuales para cubrir gastos, al tiempo que pidió la colaboración de otras autoridades.

El asilo de ancianos Romelia Salas de Barceló recibe una subvención por la Secretaría de Salud Pública y Asistencia Social (SESPAS) de apenas 70,000 pesos, cuando los gastos en el centro superan los 150,000 pesos mensuales.

El piso del centro sufre además agrietamiento mientras que la iluminación en todo el perímetro del hogar es deficiente.

Al centro le hace falta medicamentos, camas, colchones, abanicos, una podadora para el patio, mesas de comedor y que se mejore el sistema eléctrico que ha sufrido deterioro por la humedad provocada por las filtraciones.

Fuente: Manuel A. Vega/listíndiario.com


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