lunes, 8 de junio de 2009

Lo importante de dormir.


Dormir bien equivale a vivir mejor. Durante el sueño se recuperan fuerzas, se liberan sustancias necesarias para el desarrollo, como la hormona del crecimiento; se restablecen las conexiones neuronales y se fija la memoria. La persona que desaprovecha el tiempo de descanso pierde parte de esos beneficios. Y aunque los requerimientos de sueño varían de una persona a otra, se ha establecido que un adulto debe dormir entre seis y nueve horas cada día.

“El sueño no solamente es necesario en cantidad, sino también en calidad”, dice Luis Felipe Encarnación, de Somnia Clínica del Sueño.

Pero la sociedad actual, que prioriza la productividad y el hedonismo, estigmatiza a aquellos individuos que invierten más tiempo del “normal” en algo “superfluo” como dormir.

“El ser humano es el único animal que modifica sus necesidades de sueño”, comenta Encarnación. “No duerme cuando tiene sueño, sino cuando puede”.

De ese hábito y de otros factores --internos y externos-- que disminuyen la calidad y cantidad del sueño, se derivan consecuencias negativas para la salud y la seguridad.

Ritmo circadiano: un reloj interno
No todos los individuos cumplen con facilidad los horarios establecidos por la sociedad para estar en pie y activos en la mañana. Si algunos son diurnos y otros noctámbulos se debe al ritmo circadiano, una especie de reloj interno que regula el ciclo sueño-vigilia, y que varía de una persona a otra.

“Eso es importante para muchas cosas”, afirma Luis Felipe Encarnación. “Por ejemplo, el reconocimiento de tu ritmo circadiano particular te permite seleccionar una carrera”.

A una persona diurna se le dificulta trabajar de noche. Un noctámbulo, por el contrario, tendrá problemas con labores que le obliguen a estar en pie muy temprano en la mañana.

RECOMENDACIONES PARA DORMIR MEJOR
Si padece trastornos del sueño y desea desarrollar hábitos o costumbres sanas, tome nota de los siguientes consejos:

1. No ingiera café ni bebidas de cola en la noche. Tampoco tome líquidos una hora antes de acostarse.

2. No haga ejercicio antes de acostarse.

3. Disminuya gradualmente la actividad y los niveles de luz a medida que se acerca la hora de acostarse.

4. Duerma en un ambiente adecuado: cama y almohada cómoda, condiciones de iluminación y temperatura apropiadas, etcétera.

5. Use ropa holgada y adopte una posición cómoda en la cual ningún músculo esté haciendo fuerza. El peso del cuerpo debe distribuirse equitativamente al dormir.

6. Controle las alergias. Éstas generan complicaciones respiratorias que afectan la calidad del sueño.

7. Reduzca, en la medida de lo posible, los ruidos ambientales.

8. Si los trastornos del sueño son consecuencia de una enfermedad, acuda al médico para tratarla.

9. No se automedique. Es mejor tratar la causa de la falta de sueño antes que usar somníferos, los cuales podrían causarle dependencia.

10. Si ronca o padece apnea del sueño, pregunte a su médico por las prótesis, máquinas para bombear aire (CPAP) o cirugías de las vías respiratorias recomendadas para cada caso. Bajar de peso es una buena medida.

Fuente: Listíndiario.com



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