lunes, 8 de junio de 2009

Sustituir comida por alcohol: Ebriorexia.



A la anorexia y la bulimia, dos de los trastornos de comportamiento alimenticio más conocidos, hay que añadir la ebriorexia, que se manifiesta en la voluntad de quien lo padece en sustituir la falta de comida con la ingesta de alcohol. Esta patología puede traer graves consecuencias y, lo más preocupante, es que muchos ebrioréxicos lo son sin saberlo.

La ebriorexia es tan escasamente conocida que hay muy pocos especialistas que la traten y, lo que resulta más preocupante, muchos ebrioréxicos lo son sin saberlo, según datos facilitados por la Asociación en Defensa de la Atención a la Anorexia Nerviosa y Bulimia (ADANER), uno de los pocos referentes en España para asesoramiento de esta conducta a la que están expuestos muchos jóvenes adictos a consumir alcohol en sus ratos de ocio y de “sociabilidad”.

El perfil del ebrioréxico, agrega ADANER, es el de un joven aficionado a alternar, con una edad comprendida entre los 18 y los 30 años.

La ebriorexia es, en muchos casos, difícil de detectar porque a nadie le llama la atención que un adolescente se emborrache con sus amigos los fines de semana y que, además, esté pendiente de su dieta. El riesgo principal de la ebriorexia, según la asesoría psicológica de ADANER, es que puede derivar en desnutrición, intoxicación por etanol e incluso coma etílico, además de dañar de forma fulminante órganos vitales y las neuronas. La principal dificultad con la que se encuentran los psicólogos y psiquiatras que tratan a los ebrioréxicos es la falta de unas “pautas fijas de comportamiento”.

Fuente: Hoy.com.do

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